El evento fue en contra la Prostitución Infantil en
Tailandia, está organizado por la
ONG "Somos uno". Con el apoyo y también organización de
Caritas de Boadilla.
Allí fue donde me hice presente y sobretodo testimonio de la gran labor.
Se trata de un concierto del programa infantil de música escénica de la Universidad Carlos
III de Madrid, un coro infantil que canta para luchar por niñas que en pueblos y aldeas de
Tailandia bajo engaños de mafias y prostitución y ante la pobreza y la desesperación de su familia son entregadas con la promesa de un trabajo y de una manutención. "Somos uno" trabaja dando becas que garantizan a sus padres dicha manutención y estudios. Ya son 500 niñas becadas, 90 de las cuales han seguido cursos universitarios.
Os invito a que
entréis en la pagina de la
ONG http://www.somosuno.com/. y me
gustaría felicitar y agradecer la oportunidad de estar y ser testigo del evento, al
Caritas de Boadilla.
Onda voz ayudo en la
difusión y divulgación del evento; y Coca cola colaboro con las bebidas.
CURRÍCULO PROGRAMA INFANTIL DE MÚSICA ESCÉNICA DE LA UNIVERSIDAD CARLOS
III DE MADRID.
El Programa de Canto Infantil “Padre Soler”, que organiza la Universidad Carlos
III de Madrid con el patrocinio de los ayuntamientos de Parla y Pinto, ofrece desde 1998 una formación artística integral a niños y niñas de colegios públicos de las poblaciones del Sur de Madrid, área de influencia natural de la Universidad Carlos
III de Madrid.
Sus más de 200 niños y niñas cantores conforman un total de seis coros de los que cuatro son los coros locales de
Leganés,
Getafe, Parla y Pinto, y dos son coros colectivos, el de nivel intermedio y el de nivel superior, siendo éste último el que hoy escucharemos; un coro que aglutina a unos 45 niños y niñas de los cuatro municipios citados.
- ¡Fue un éxito, ya no habían entradas suficientes, familias llenaban la Iglesia!
La acogida fue
increíble. Se lleno la iglesia de Cristo de la Misericordia. Las voces de los niños se
disponían a lanzar su canto hacia millones de
kilómetros, donde niñas lo reciben como un viento que cambia sus vidas: las salva.
Quizá este sea el aleteo del llamado efecto mariposa, creer en la unión de un mundo que abre sus puertas, cuando no existe fronteras para el
DAR...para el
amar.
GRACIAS,
Lucía